La ciudad sumergida de los Césares que se perdió durante más de setenta siglos en el extremo occidental de la costa italiana, ha sido descubierta recientemente por buzos que se aventuraron en impresionantes nuevas estructuras tomadas por dudas que fueron permitidas a explorar el área.
No sería exageración decir que la ciudad de Baiae fue la versión antigua de Las Vegas en el Primer Siglo Romano, cuando la ciudad se convirtió en sinónimo de lujo y paraísos terrenales que incluían una gran cantidad de vino y hedonismo de la más alta posible orden, según los historiadores que eran have reporatdo. En su apogeo, Baiae fue regularmente visitada por famosos Césares romanos incluyendo a Julio César, Nerón y Hadriano, quienes residieron allí. Esto puede explicar cómo Baiae se convirtió en el nombre llamado “La Ciudad Hundida de los Césares”.
Baía fue una ciudad perdida durante más de 1700 años. Según el periódico Pen News/Antonio Bussillo, se descubrió recientemente una fascinante ciudad hundida que contiene vestigios de la antigüedad, especialmente de la época de la República Romana. Cuando fue reconocida como un importante centro turístico junto a Pompeya, Herculano y Capri, Baía experimentó un gran desarrollo. Desafortunadamente, gran parte de la ciudad se perdió debido a la actividad volcánica que provocó que la costa se hundiera 400 metros mar adentro, convirtiéndola en lo que ahora es el Golfo de Nápoles. Sin embargo, se informa que la ciudad ha sido redescubierta y explorada por buzos que han encontrado muchos tesoros intactos en los últimos años.
Los informes sugieren la opulencia de la ciudad en Baía. Según Antonino Bussillo, un nativo de Nápoles, fotografió el sitio y notó que las ruinas, las murallas, los mosaicos e incluso las estatuas habían sobrevivido al paso del tiempo. “Los bellos mosaicos y las villas y templos que han perdurado o están aún intactos muestran la opulencia y riqueza de esta área”, dijo según informes del Daily Mail. Y agregó: “Fue considerada una de las ciudades más importantes de los antiguos romanos. Plinio el Joven solía vivir aquí y desde aquí presenció y describió la erupción del Monte Vesubio en el año 79 d.C. que destruyó Pompeya y Herculano”.