EDITORIAL de ALE BERCOVICH en LA LEY DE LA SELVA | 27-10-25

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La noche del 27 de octubre de 2025, Argentina despertó con una noticia que sacudió los cimientos políticos del país: Javier Milei, el candidato de la ultraderecha, logró una victoria aplastante en las elecciones legislativas, desafiando todas las predicciones. En un contexto de crisis económica y social, donde la inflación y la desconfianza dominaban el panorama, Milei emergió como el nuevo rostro del cambio, respaldado por el endorsement de Donald Trump.

Los analistas políticos, como Jorge Asís, se preparan para desmenuzar los resultados que sorprendieron a todos. El triunfo de Milei no solo es una victoria electoral, sino un grito de desesperación de un pueblo que ha soportado años de ajuste y recesión. Las encuestas fallaron estrepitosamente, y el descontento acumulado se tradujo en un apoyo inesperado a la derecha unificada, que se aglutinó en torno a la figura de Milei.

La situación es crítica. Con un gobierno en crisis y ministros renunciando, la administración de Milei deberá enfrentar un congreso donde su partido, La Libertad Avanza, tendrá un peso significativo, pero también la necesidad de negociar con otras fuerzas políticas. La incertidumbre sobre cómo se comportarán los gobernadores y el riesgo de una calle enojada añaden más tensión al panorama.

Mientras tanto, el rescatador estadounidense, Trump, juega un papel crucial en esta nueva etapa política. Su apoyo ha sido vital para mantener a flote a un gobierno que, sin su intervención, podría haber caído en una catástrofe económica. Pero la pregunta persiste: ¿qué precio tendrá que pagar Milei por este respaldo?

La participación electoral fue alarmantemente baja, con un 32% de los votantes ausentes, lo que refleja una profunda crisis de representación. A pesar de la victoria categórica de Milei, el país enfrenta un futuro incierto, lleno de desafíos y tensiones sociales que podrían desbordar en cualquier momento. La batalla por el alma de Argentina apenas comienza.