Fast X, la décima película de la saga Fast & Furious, lanza los capítulos finales de una de las franquicias más famosas y legendarias del cine mundial, que ya va por su tercera década y sigue vigente con el mismo elenco y los mismos personajes que cuando comenzó. A lo largo de muchas misiones y contra todo pronóstico, Dom Toretto (Vin Diesel) y su familia han superado en inteligencia, nerviosismo y determinación a todos los enemigos que se han cruzado en su camino. Ahora, se enfrentan al oponente más letal al que se han enfrentado: una amenaza aterradora que surge de las sombras del pasado, impulsada por la venganza sangrienta y que está decidida a destrozar a esta familia y destruir todo (y a todos) lo que Dom ama, para siempre.

En Fast Five de 2011, Dom y su equipo eliminaron al malvado capo de la droga brasileño Hernan Reyes y decapitaron su imperio en un puente en Río de Janeiro. Lo que no sabían era que el hijo de Reyes, Dante (Jason Momoa de Aquaman), fue testigo de todo y ha pasado los últimos 12 años ideando un plan para hacer que Dom pague el precio máximo. El complot de Dante dispersará a la familia de Dom desde Los Ángeles hasta las catacumbas de Roma, desde Brasil hasta Londres y desde Portugal hasta la Antártida. Se forjarán nuevos aliados y resurgirán viejos enemigos. Pero todo cambia cuando Dom descubre que su propio hijo de 8 años (Leo Abelo Perry, Black-ish) es el objetivo final de la venganza de Dante.