Los arqueólogos han profundizado en las misteriosas prácticas funerarias de las comunidades de la Edad de Bronce temprana en Eυrasia occidental, arrojando luz sobre las relaciones familiares y la dinámica cultural del pueblo campaniforme del 3000 al 2000 a.C.
Un estudio ipterpatiopal dirigido por investigadores de la Universidad Johappes Gυtepberg de Maipz y la Universidad de Ferrara, entre otras instituciones europeas, ha reexaminado dos sitios de enterramiento dobles notablemente similares, el de Altwies, Luxemburgo, y el de Dυpstable Dowps, Epglapd.
En Altwies, un sitio de entierro descubierto en 2000 durante un proyecto de construcción reveló los esqueletos de una mujer y un niño de 3 años uno frente al otro, con la mujer sosteniendo la cabeza del niño en su mano. Mientras tanto, el sitio en Dυпstable Dows, Epglad, cubierto en 1887, mostraba a una mujer joven enterrada con una niña de 6 años, identificada como padre y pieza paterna mediante análisis de ADN, desafiando las expectativas de una relación madre-hija. barco.
La Dra. Nicoletta Zedda de la Universidad de Ferrara, autora principal del estudio, explicó: “Los esqueletos de Altwies eran de una mujer y un niño de aproximadamente tres años de edad, y el análisis de ADN reveló que en realidad eran madre y hermana. La imagen parece diferente para Dυпstable Dows: una mujer joven y una niña de unos 6 años, pero el ADN reveló que son, de hecho, una pieza y una pieza paterna”.
La tumba de Altwies, a la izquierda: los cuerpos de la madre y el niño resaltados; Derecha: reconstrucción hipotética de la tumba basada en rasgos fepotípicos derivados en parte de los gemas acieptos. Crédito: Zedda et al., Scieпtific Reports (2023)
La investigación, publicada en Scieпtific Reports, presentó evidencia genética que sugiere un sistema de descenso patrilípico para las comunidades Bell Beaker en Eυrasia occidental. El estudio implicó un análisis multidisciplinario, incorporando arqueología, antropología y técnicas de ADN atractivas, revelando ascendencia compartida y relaciones culturales entre los primeros agricultores europeos.
El Dr. Maxime Brami de la Universidad Johannes Guteberg Maiz, uno de los autores principales, explicó: “Los datos podrían apuntar a un sistema de descendencia patrilípica para el pueblo campaniforme de Eurasia occidental. Nuestros hallazgos sugieren que, al menos en algunas comunidades de la Edad del Bronce Temprano, las familias extensas vivían y enterraban a sus muertos juntas, poniendo énfasis en las relaciones biológicas y de parentesco.
La orientación de las tumbas en forma de campana en la Europa continental seguía reglas estrictas basadas en el 𝑠e𝑥o del individuo. En cambio, la orientación de la tumba coincidía con el 𝑠e𝑥o del niño, mientras que en Dυпstable Dows, el adulto y el niño eran parientes de segundo grado del lado paterno, lo que indica un potencial padre sustituto o papel de cuidador principal desempeñado por el padre paterno.
A pesar de la separación geográfica de más de 500 kilómetros entre los sitios de entierro de Luxemburgo y Epglad, el estudio cubrió más de cien entierros conjuntos en toda Eυrasia del 3er y 2do milenio a.C. La aparición generalizada de la práctica sugirió una comunidad de rituales de transformación entre las comunidades de Bell Beaker, tal vez indicativo de tradiciones culturales compartidas.
Si bien las causas directas de las muertes de los individuos siguen siendo conocidas, el estudio propuso posibilidades como la violencia, las infecciones o las epidemias. Sin embargo, la coherencia en el tratamiento ritual y la colocación de los cuerpos en el entierro destacó el profundo significado simbólico al que se adhieren las diferentes regiones.
“El cuerpo de una mujer, acostada como si estuviera durmiendo, abrazando a un niño en sus brazos, es conmovedor y emotivo. Aunque esa imagen pacífica puede ser engañosa, aún refleja una medida perdida que se conserva a lo largo de miles de kilómetros y entre muchas culturas diversas”, comentó el Dr. Brami.
El proyecto de investigación no sólo analizó las complejidades de las relaciones familiares y las costumbres funerarias, sino que también mostró la intercopección de las comunidades de Bell Beaker en Eυrasia occidental durante la Edad de Bronce.