Coeur Cormier paseaba a su perro por el cabo Egmont, cuando notó que algo de color rojizo sobresalía de forma extraña en la orilla.

Cuando se acercó para ver que se trataba, se dio cuento que aquello no era un simple objeto, sino de un fósil.

Durante una entrevista para la CBC, la profesora declaró:

«Vi algo que pensé que era una raíz, y cuando lo miré más de cerca, me di cuenta de que había costillas. Y luego vi la columna vertebral y el cráneo».

Tomó algunas fotografías y las presentó a los paleontólogos después de hacer el llamado, los cuales no tardaron en acercarse a la escena para comprobar el hallazgo.

El geólogo y paleontólogo John Calder, declaró que las características de los huesos parecen pertenecer a un fósil del final del período Carbonífero y del período Pérmico. Eso quiere decir que, al menos, tiene unos 300 años de antigüedad.

Calder afirmó que un fósil de ese tipo suele aparecer cada 50 o 100 años normalmente. Esto quiere decir que no se encuentra con frecuencia, es un objetivo extraño.

«Y este podría ser un fósil único en el árbol de la vida de la evolución de los anfibios, reptiles, mamíferos y nosotros».

Un hallazgo único

La fauna que solía habitar la Tierra antes de que existieran los dinosaurios eran, en su mayoría, criaturas como tiburones, peces óseos, artrópodos, anfibios, reptiles y sinápsidos.

El fósil que encontró Lisa St. Coeur Cormier en la playa es pequeño y apenas mide poco más de medio metro. Sin embargo, aporta detalles importantes que permitieron a los especialistas determinar, en primer lugar, que vivió muchos años antes que los dinosaurios.

La geóloga y encargada de Prehistoric Island Tours, una empresa que ofrece recorridos por sitios de fósiles en la isla, Laura MacNeil, también estuvo presente en la determinación de qué se debería hacer con el descubrimiento del fósil.

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El objetivo principal de los especialistas es desenterrarlo de forma segura, especialmente porque se encuentra en un lecho rocoso. Después se pondrá en mano de paleontólogos expertos para su minucioso estudio.

Es sorprendente como las casualidades suceden, una profesora de secundaria que solamente paseaba a su perro pudo haber hecho el hallazgo del año. Es increíble como este tipo de descubrimientos puede contarnos tantas cosas sobre la vida pasada de la Tierra.