**Famosos que se casaron con mujeres mayores: Parte 1**
En un mundo obsesionado con la juventud y los romances perfectos, algunos hombres famosos han tomado decisiones que sorprendieron a Hollywood pero tocaron los corazones de millones. En lugar de perseguir modelos décadas más jóvenes, se enamoraron de mujeres mayores, fuertes, experimentadas y llenas de sabiduría, y nunca miraron atrás. Estas historias de amor son declaraciones audaces que desafían las normas establecidas.
Hugh Jackman, conocido por su papel en “X-Men”, se enamoró de Deborah Lee Furness, una actriz y cineasta 13 años mayor que él. Se conocieron en 1995 y, tras un año de noviazgo, se casaron en 1996. A pesar de los desafíos personales, incluida la pérdida de embarazos y sus intentos de IVF, su amor se mantuvo fuerte y construyeron una familia adoptando dos hijos. Su separación en septiembre de 2023 dejó a muchos sorprendidos, pero su respeto mutuo siempre será recordado.
Ryan Gosling y Eva Mendes también eligieron la privacidad sobre la fama. Se conocieron en 2011 y, a pesar de la diferencia de edad de seis años, construyeron una familia con dos hijas. Mendes dejó su carrera actoral para dedicarse a la maternidad, y Gosling ha elogiado su influencia en su vida.
La historia de Shakira y Gerard Piqué comenzó en 2010 y fue una de las relaciones más comentadas de la última década. Sin embargo, en 2022, su separación resonó a nivel mundial, dejando un legado de amor y dolor.
Por otro lado, Joan Collins, a sus 67 años, encontró el amor con Percy Gibson, 31 años más joven. Su relación desafió estereotipos y, tras más de dos décadas juntos, continúan defendiéndose de las críticas.
Finalmente, la historia de Cameron Diaz y Benji Madden muestra que el amor verdadero puede surgir en cualquier momento. Diaz, que renunció a la fama para enfocarse en la maternidad, encontró en Madden un compañero que le brinda paz y estabilidad.
A medida que estas historias se despliegan, queda claro que el amor no tiene edad y que, en un mundo lleno de juicios, estas parejas demuestran que la verdadera conexión trasciende las normas sociales.