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Un análisis crítico de la cobertura mediática sobre la corrupción de Donald Trump ha destacado lo que algunos consideran un grave error por parte de los reporteros: desviar la atención de escándalos significativos hacia temas menos relevantes. En un reciente episodio de su programa, Brian Teller Cohen expuso cómo Trump ha estado involucrado en prácticas corruptas, incluyendo un presunto soborno de 400 millones de dólares relacionado con un jet de Qatar y la aceptación de beneficios de un criptomoneda que él lanzó, lo que le permitiría lavar dinero de inversores extranjeros.

Cohen señala que, en circunstancias normales, la magnitud de estas acciones haría que la prensa las cubriera ampliamente. Sin embargo, la atención de los medios se ha centrado en la supuesta disminución cognitiva de Joe Biden, un tema que ha ganado protagonismo debido a la próxima publicación de un libro que aborda este asunto. Este giro en el enfoque mediático, argumenta Cohen, permite que Trump continúe sus actividades cuestionables sin el escrutinio que merece.

La corrupción de Trump se manifiesta a través de acuerdos inmobiliarios en países que recientemente firmaron tratos con su organización, así como en la reducción de tarifas que benefició a ciertos aliados a través de un escándalo de insider trading. A pesar de la gravedad de estos actos, la narrativa mediática ha favorecido el drama en torno a Biden, lo que, según Cohen, es un reflejo de los intereses comerciales de los medios de comunicación.

Cohen concluye que la dependencia de los medios tradicionales por parte de los demócratas puede resultar perjudicial, sugiriendo que es esencial invertir en medios independientes que prioricen la justicia y la transparencia. Este cambio de enfoque podría ser vital para mitigar la corrupción y proteger la democracia en un clima político cada vez más polarizado.