También conocido como la Isla de Oro, ha sido parte de incansables búsquedas durante los últimos años. Ahora sus tesoros, incluidas piedras preciosas, anillos ceremoniales de oro, monedas y campanas de monjes de bronce, fueron descubiertas durante las inmersiones nocturnas en el río Musi cerca de Palembang en la isla indonesia de Sumatra.

En las aguas poco profundas también fueron encontradas distintas estatuillas de bronce y oro, aldabas con el rostro demoníaco de Kala, quien según la leyenda hindú la mítica cabeza de Rahu, agitó los océanos para fabricar un elixir de la inmortalidad.

Asimismo, se descubrieron anillos ceremoniales de oro, con incrustaciones de rubíes y adornados con cetros vajra de cuatro puntas, además de exquisitas empuñaduras de espadas de oro.

El hallazgo del tesoro fue descrito como una evidencia definitiva de que Srivijaya era un «mundo de agua», su gente vivía en el río como gente de barco moderna, tal y como lo registran los textos antiguos: «Cuando terminó la civilización, sus casas de madera, palacios y templos se hundieron junto con todas sus posesiones».

Colapso de un imperio

Kingsley señaló que, en su apogeo, Srivijaya controlaba las arterias de la Ruta Marítima de la seda, un mercado colosal que comerciaba con productos locales chinos y árabes, ya que conectaba China, el sudeste asiático, el subcontinente indio, la península arábiga, Somalia, Egipto y Europa.

«Cuando el mundo del Mediterráneo occidental entró en la Edad Media en el siglo VIII, uno de los reinos más grandes de el mundo irrumpió en el mapa del sudeste asiático. Durante más de 300 años, los gobernantes de Srivijaya dominaron las rutas comerciales entre Oriente Medio y la China imperial. Srivijaya se convirtió en la encrucijada internacional de los mejores productos de la época. Sus gobernantes acumularon riquezas legendarias», explica Kingsley en el portal The Guardian.

Sin embargo, aún se desconoce por qué colapsó el reino. Kingsley especula que pudieron ser víctimas de los volcanes de Indonesia, o probablemente de las fuertes corrientes del río que acabaron «tragándose la ciudad entera».

Quedan muchas interrogantes sobre la historia del mítico reino

Lamentablemente, los tesoros son recuperados en su mayoría por los pescadores que bucean con armas improvisadas y arriesgadas, quienes reciben muy poco del valor de los objetos que encontrados.

Estos se venden antes de que los arqueólogos puedan estudiarlos adecuadamente, y acaban en manos de coleccionistas. Por ello, el especialista subrayó que si no se realizan excavaciones oficiales, se perderán las pruebas que podrían responder a las interrogantes sobre la verdadera historia del ascenso y la caída del mítico reino de Srivijaya.